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Diez Memorables Citas de Martyn Lloyd Jones sobre la Predicación

14 Sep

El médico, pastor y predicador galés, Martyn Lloyd-Jones (1899 – 1981), fue una de las figuras más destacadas en el resurgimiento de la predicación expositiva en el mundo de habla inglesa. “El Doctor,” como afectuosamente le llamaban, fue uno de los instrumentos que Dios usó para volver a levantar la predicación bíblica cuando esta se encontraba en decadencia.

 Es mi oración que las siguientes diez citas que recopilé del libro de Lloyd Jones llamado, “La Predicación y los Predicadores,” en su versión original en inglés, alimenten aún más el fuego en aquellos que han sido llamados a esta noble tarea y que se conviertan en hombres apasionados por Dios, por su verdad y por su iglesia.

Un hombre que siente que es competente, y que puede hacer esto fácilmente, por lo que se apresura a predicar sin ninguna sensación de miedo o estremecimiento, o vacilación alguna, es un hombre que está proclamando que nunca ha sido «llamado» a ser un predicador. [1]

Cualquier definición verdadera de la predicación debe decir que ese hombre está allí para entregar el mensaje de Dios, un mensaje de Dios a las personas. Si prefieres el lenguaje de Pablo, él es «un embajador de Cristo.» Eso es lo que es. Él ha sido enviado, él es una persona comisionada, y él está de pie allí como vocero de Dios y de Cristo, para dirigirse a esas personas. [2]

Evita la astucia y perspicacia. La gente va a detectar esto, y van a tener la impresión de que estás más interesado en ti mismo y tu inteligencia que en la verdad de Dios y sus almas.[3]

Predicar la Palabra es la tarea principal de la Iglesia, la tarea primordial de los líderes de la Iglesia. Las  personas que estamos establecidas en esta posición de autoridad, no debemos permitir que nada nos desvíe de esto, por muy buena que sea la causa, por grande que sea la necesidad. [4]

Esto es lo que predicar (la Biblia) está destinado a hacer. Se dirige a nosotros de una manera tal que nos trae bajo juicio, y trata con nosotros de tal manera que sentimos que toda nuestra vida está involucrada, y decimos: «Nunca podré volver a vivir como lo hacía antes. Esto ha hecho algo en mí, ha hecho una diferencia en mí. Soy una persona diferente como resultado de escuchar esto.” [5]

La tarea de la predicación es el llamado más alto y más grande y más glorioso a la que alguien alguna vez pueda ser llamado. [6]

La predicación autoritativa, se produce cuando Dios da el poder que le permite [al predicador] por medio del Espíritu hacer este trabajo de una manera que lo eleva más allá de los esfuerzos e iniciativas del hombre. [7]

No se puede tratar adecuadamente con el arrepentimiento sin tratar con la doctrina del hombre, la doctrina de la caída, la doctrina del pecado y de la ira de Dios contra el pecado.» [8]

¿Qué es la predicación? Es teología en llamas. Y una teología que no tiene fuego, sostengo, es una teología defectuosa, o al menos la comprensión del hombre de la misma es defectuosa. La predicación es teología que viene a través de un hombre que está en llamas. [9]

La necesidad más urgente en la Iglesia cristiana en la actualidad es una auténtica predicación, y puesto que esta es la mayor y más urgente necesidad en la Iglesia, es también la mayor necesidad del mundo. [10]


[1] Martyn Lloyd-Jones, Preaching and Preachers, 107.

[2] Idem., 53.

[3] Idem., 209.

[4] Idem., p. 23.

[5] Idem., p. 56.

[6] Idem., 9.

[7] Idem., 305.

[8] Idem., 65.

[9] Idem., 97.

[10] Idem., 9.

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